jueves, 24 de mayo de 2012

Vísteme despacio, que tengo prisa

Hoy en día, cuando los niños son pequeños, pensamos que solo hay que cubrir sus necesidades biológicas: comer, dormir, curarles, limpiarles…
Pero, ¿cuándo nos vamos a preocupar por su carácter, por sus estados de ánimo, por sus gustos?...
Desde que nacen nos tenemos que preocuparnos por descubrirles, conocerles,  mimarles, orientarles…
Estamos inmersos en la sociedad de las prisas. Una de las consecuencias de ello, es que al niño no le damos el tiempo que necesita para empezar a crecer. La madre, la cuidadora, el padre o quien sea la persona que se ocupa de estar con él, acaba dándole de comer, vistiéndole, limpiándole… ¿acaso no llegara un momento en el que puede intentar hacerlo solo?
Ellos lo reclaman constantemente con el famoso “yo solo”. Y las prisas, a veces sin darnos cuenta, no nos dejan educar bien. Si se lo hacemos todo, estamos convirtiéndoles en los inútiles del mañana, en los que no querrán hacer nada por miedo a hacerlo mal, en aquellos que piensan que todos valen más que él.
Podemos ayudarles con una educación progresiva, dándoles pequeños campos de actuación según la edad, a ser unas personas seguras de sí mismas, con ganas de hacer cosas, de mejorar el mundo, de emprender, de ayudar, para ello:
Vamos a darle su tiempo y su oportunidad.
Vamos a dejar que los niños crezcan, que se vean capaces de que pueden hacerlo solos.
Vamos a ayudar a que formen una buena autoestima.
Vamos a intentar disminuir la ansiedad y las prisas del mundo dándoles tiempo a crecer.
Vamos a darles las bases necesarias para construir una sociedad futura mejor

3 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo, la sociedad de las prisas y de la impaciencia no nos deja "tiempo" para aprender, entender, memorizar, analizar... desde los niños hasta los mayores, cuando no sabe hacer algo, lo hacemos por él, no le dejamos que aprenda solo y encima ¡nos molesta que no lo haga tan rápido o ágilmente como nosotros! Tiempo y calidad de ese tiempo es lo que necesitan nuestros niños, nuestros mayores, nuestros compañeros....y nosotros mismos!

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  2. Totalmente de acuerdo contigo y con Elena. Delegar (hacer que otros hagan las cosas que nosotros quizás hayamos tenido entre manos hasta este momento) siempre cuesta tiempo al principio, y no pocas veces también decepciones, en el transcurso del proceso. Pero no se trata de 'soltar' a los niños o a las personas a nuestro alrededor, sino de seguir sus acciones con cercanía, pero dejándoles libertad. Y qué gran cantidad de satisfacciones, qué sentimiento tan enriquecedor ver cómo esa gente a nuestro alrededor va creciendo...! Pero para percibir este sentimiento es necesario tener esa serenidad interior que no significa no tener cosas que hacer o que organizar en nuestra cabeza, pero que sí nos permite percatarnos de las pequeñas cosas llenas de una gran belleza en nuestro día a día. Ánimo con el blog, os sigo!

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  3. El tiempo....siempre me he preguntado porqué no tenemos tiempo para nada?? si,tenemos tiempo para ver a todos,para estar con todos y sobretodo para educar.
    Educar es algo muy importante y es verdad que muchos padres están preocupados solo en vestir,abrigar y alimentar sus hijos sin más....
    No soy madre y no estoy en escuelas infantiles pero cuando hablo con madres veo que no conocen la parte psicológica,sensitiva de su hijo. Seria importante que ,por ejemplo, las madres supiesen que los niños pasan por unas fases,según Sigmund Freud,que son muy importantes para la formación de su personalidad y que las prisas muchas veces hacen con que estas fases que están ligadas al placer de estos niños no sean bien trabajadas o desarrolladas .
    Como habéis comentado es muy importante que el niño aprende solo y que desde muy pequeño sea capaz de solucionar sus conflictos:quiero pero no puedo...puedo pero necesito ayuda y etc.

    me gusta mucho el blog!

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